Autor: Gino L. Ataucusi Arenas.
Proyección
de una idea.
“...No
creo que la traducción sea un acontecimiento secundario ni derivado respecto de
una lengua o de un texto de origen. Y, como acabo de decir,
«desconstrucción» es una palabra esencialmente reemplazable dentro de una
cadena de sustituciones. Esto también puede hacerse de una lengua a otra…”.
Considerando
el proceso de construcción y el posterior “uso” de una palabra como “recurso”
“significante”, en el cual se pretende trasladar un contenido “significado”, de
un gestor o articulador del mismo, el cual tras una proceso de asociación y
descarte de los diferentes elementos utilitarios (nivel cognitivo), sin tomar
plena conciencia del los diferentes estímulos que pueda originar el recurso
“palabra”, Organizadamente y presentando una jerarquía fonética, que en el
supuesto negado facilitaran la actitud empática o si se prefiere en términos de
Pierce: “simpatía intelectual”.
Ahora
bien y conforme lo menciona el propio autor en el párrafo 18 al inicio del
texto, tratándose de la acción de traducir (trasladar) la palabra elegida en correspondencia a su conocimiento en
significado y estructura formal, evidencio que aun cuando los elementos
alfabéticos (recursos-individuales) agrupados en una palabra (recurso-unidad)
presentaban un “significado”, este carece de una correspondencia absoluta y por
el contrario si una aproximación de lo que la palabra en este caso
“desconstrucción” propone con un todo absoluto. El significado absoluto
conocido y comprendido por él. Así mismo, existe un elemento “animista”, al
hacer uso de la palabra (recurso) “gesto”
en función al paradigma por el conocido y en consecuencia susceptible a
ser manipulado.
Por otro
lado resulta curiosa la afirmación que el autor postula respecto de
“desconstrucción”, “…la desconstrucción no es un método y no puede ser
transformada en método…” (Claro está, si lo asumimos como agrupación de vocales,
consonantes, silabas a nivel sintáctico, es verdad no es un “él” capaz de
transformase así mismo, …pero bien es un “que” susceptible de ser intervenido
y “desconstruido” en tanto unidades
estructurales compositivas posee). En tanto su significación para quienes realizamos procesos de
desconstrucción en Arqueografia, y Arqueolinguistica (*), resulta por decir lo
menos “pintoresco” tales aseveraciones más en el ámbito de la especulación todo
es permitido, incluso lo absurdo). Más todo esto es comprensible en tanto y por
cuanto el autor pretende generalizar el recurso palabra “desconstrucción”, en
tanto al significado que de ella entiende por uso y costumbre y acuerdo de los “usuarios” específicos.
Permítaseme una licencia que bien
cabe dentro de lo anecdótico, el recurso palabra “abuelita” (Vocales, consonantes,
silabas), en el pueblo San Pedro de Cusi, a 2.600 metros de altitud en el
distrito de Pampas, en la provincia de Yauyos. Mientras efectuaba un trabajo
antropológico, la pronuncié y a excepción de la persona a quien se la
dirigí…las demás personas me quedaron viendo, y, horas después esta misma
persona me explicó que en ese lugar, esa palabra solo se utilizaba con personas
que se desprecia (por extensión de significación representa lo feo, malo y
negativo), proporcionándome esta otra palabra para mi “uso” : “mamacita”, misma
que de acuerdo a mi experiencia previa posee una carga significativa totalmente
diferente…pero que dadas las circunstancias “utilicé”, pudiendo desarrollar mi
labor de investigación satisfactoriamente (**).
Quedando claro que cada sociedad
selecciona y autoriza el uso y desuso de sus propios significantes. Y que es
menester de quien decide incursionar y participar de sus actividades el adoptar
y usar un “recurso” “palabra”, indistintamente si a consideración personal-individual
es bella o no.
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(*).- Arqueolinguistica “…sigue dos pasos, donde primero a la imagen se
adjudica el vocablo o conjunto de vocablos adecuados.
Segundo, se consulta a los diccionarios
antiguos y contemporáneos. Al usarse como referencia diccionarios,
Quechua o Aymara,
el investigador encontrará que hay palabras que son lo mismo en ambas lenguas y donde los
vocablos son distintos.
“El discurso lítico arquitectónico”.
pp.- 5.
Gino L. Ataucusi Arenas.
(**).-
“Uraqay
Llant'a”.
Baja Leña.
Gino L. Ataucusi Arenas.