Autor: Gino L. Ataucusi Arenas.
ESTRUCTURANDO EL ESPACIO-CENTRO
Ahora bien y como se manifiesta “…en su esfuerzo por comprender el mundo, el
hombre dispone, pues, siempre, de una exceso de significación…” (1)
y es que cuando de sumergirse en análisis sobre cuanto percibe el recurso
humano, este resulta con mucho mas de lo que suele entender, divagando en
intrincados escenarios respecto del por que de las cosas
Como si la acumulación de inmensas
cantidades de significantes sustituyera el fin ultimo “control/poder” y vaya
que estos elementos han motivado actuaciones de las mas cuestionables a lo
largo de la historia, el recurso humano en este precipitado anhelo por
comprender todo, por aleccionar todo o si lo prefiere poner en blanco y negro (curiosa
dicotomía) todo lo susceptible de ser percibido y si no lo inventa.
Desde mi posición de escultor y en
cumplimiento de una directriz académica lo conduciré en función de la paridad
“espacio/centro” y daré inicio de la siguiente manera, perdón, con el siguiente
enunciado “en tal caso el hombre (*) que actúa puede sentirse
plenamente centro de sus sensaciones y experiencias”, y como tal el gestor de
cuanto modificación, suplantación o restructuración se requiera.
Ciertamente la paridad
“espacio/centro” no debe considerarse como una condición abstracta e inmutable
de contenidos materiales, sino que se considera como un resultado especifico
del proceso en el instante mismo de la configuración, dicho con otras palabras,
no se le presupone obviamente anterior a la forma material sino creado por
esta, viene a ser una parte de la realidad experimentada o asumida como tal.
Permítaseme incluir la siguiente
acotación, el hombre simple por lo regular
no es consciente de que “tiene” un cuerpo, no lo toma en consideración
haciendo caso omiso de el y se dirige inmediatamente hacia las “cosas/recursos”
del mundo que lo circundad por esta razón parea la conciencia ingenua el cuerpo
tampoco ocupa ningún “espacio/centro”, carece de este, es un “no
“espacio/centro””.
Como si se tratara en cierto modo de
un punto cero se experimentan a partir de él todos los movimientos de extensión
o sustitución al espacio “circundante/periferiferico” que parece comenzar fuera
de la “superficie/limite” de la piel y en este “punto” hare referencia a la determinación
decisiva del “espacio/centro” “vital/yo”, la cual reside en la posibilidad de
indicar una zona central, un centro, al que se refieren todas las
orientaciones/definiciones y que asegura una constante localización del recurso
hombre en su entorno. Por que este juego de “formas y contra-formas” el “lugar”
es justamente el “espacio/centro” en cuanto ideal trasplantado a la realidad
generando a un “espacio/centro” diferente, independiente, y claro susceptible
de ser interpretado, modificado, suplantado o si se prefiere en pro de
ejercicios mentales contradecir su manifiesto semántico.
Y se me preguntara que relación lleva
todo este texto con el contenido de lo manifiesto por Jacques Derrida, pues muy
sencillo el ya dijo ampliamente su definición sobre “centro” a partir de lo
postulado por Claude Lévi-Strauss, así que tan solo propuse otra idea tomando
como referente mi experiencia ontológica del “espacio/centro”, y es que se
continuaran sucediendo propuestas, teorizando y renombrando lo ya nombrado;
gestos y/o actitudes que favorecen a la estructura, “…descubrir que es la estructura lo que perdura, mientras que el
personaje histórico o individuo es lo que cambia, es revalorizar la estructura
tanto como la base de la comunicación, de la expresión: cultura – naturaleza.
Como el perfil arquetípico de las relaciones humanas…” (2).
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(1).-
La estructura el signo y el juego en el
discurso de las ciencias humanas.
Jacques Derrida
(*).- Hombre: genero humano.
http://es.thefreedictionary.com/hombre